Sala de Prensa
30 años de ingresos garantizados
12/08/2014
La reforma energética aprobada por el Gobierno de España el pasado mes de junio recoge aspectos fundamentales que persiguen, fundamentalmente, la sostenibilidad económica y financiera del sistema en nuestro país.
Para ello, se ha desarrollado un nuevo marco retributivo que fija el modelo para retribuir al conjunto de las renovables y alcanzar así una rentabilidad razonable, que actualmente se fija en el 7,5%.
Dentro de este apartado, destacamos el concepto de vida útil regulatoria: periodo para el que las instalaciones renovables tienen asignada una retribución específica que les permita alcanzar esta rentabilidad y, al mismo tiempo, competir en igualdad de condiciones con el resto de tecnologías de generación eléctrica.
Como aspecto positivo, cabe señalar que las instalaciones solares obtienen una vida útil regulatoria de 30 años, la mayor del conjunto de las renovables (la eólica obtiene 20 años y 25, el resto).
Esto se traduce en que los productores fotovoltaicos tendrán garantizados por ley unos ingresos que les permitan obtener una buena rentabilidad durante los 30 años de vida útil regulatoria asignados por el actual marco normativo.
Después de estos 30 años, el productor podrá seguir generando energía limpia según el rendimiento de su instalación fotovoltaica y sus ingresos procederán de la venta de la energía a precio de libre mercado.
12/08/2014
La reforma energética aprobada por el Gobierno de España el pasado mes de junio recoge aspectos fundamentales que persiguen, fundamentalmente, la sostenibilidad económica y financiera del sistema en nuestro país.
Para ello, se ha desarrollado un nuevo marco retributivo que fija el modelo para retribuir al conjunto de las renovables y alcanzar así una rentabilidad razonable, que actualmente se fija en el 7,5%.
Dentro de este apartado, destacamos el concepto de vida útil regulatoria: periodo para el que las instalaciones renovables tienen asignada una retribución específica que les permita alcanzar esta rentabilidad y, al mismo tiempo, competir en igualdad de condiciones con el resto de tecnologías de generación eléctrica.
Como aspecto positivo, cabe señalar que las instalaciones solares obtienen una vida útil regulatoria de 30 años, la mayor del conjunto de las renovables (la eólica obtiene 20 años y 25, el resto).
Esto se traduce en que los productores fotovoltaicos tendrán garantizados por ley unos ingresos que les permitan obtener una buena rentabilidad durante los 30 años de vida útil regulatoria asignados por el actual marco normativo.
Después de estos 30 años, el productor podrá seguir generando energía limpia según el rendimiento de su instalación fotovoltaica y sus ingresos procederán de la venta de la energía a precio de libre mercado.
